Pareciéndose al miércoles

 



Se dice de los miércoles

que son esos días sin fortuna
a mitad de almanaque
y atrapados
en el centro gravitacional de la semana.

Días a medio hacer en la tristeza,
insulsos y peores que los lunes
porque no generan su rechazo
ni alegría tampoco al estilo del viernes.

Un poema los miércoles de lluvia
es apenas un trozo del otoño,
una rama sin luces que golpea en el vidrio
su llamada a las hojas
como un pájaro viejo que se muere
en un rayo de sol.

El miércoles es calmo y silencioso.
Una fruta sin punto de sazón aún
que madura en su pálida impaciencia
los jugos por venir.

Yo soy, a veces, una especie de miércoles de humo,
un miércoles sin gente,
con algunas torcazas
y tu voz que me olvida

y que se vuelve lentamente

aire.

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