Hombre de pie en la piel



¿Cuál es tu idea de matar despacio?
¿Andar con dos pistolas y a los tiros
acertándole
al
aire?

Mi carne y hueso tiemblan con los ruidos
porque así
acontecen los fantasmas de la desesperanza.

Hombre de pie en la piel,
hombre de pie en tu hombre de hombre hombre,
tenaz e involutivo
primigenio y suavemente proto

(diría García Márquez: protomacho)

mi Neanderthal del verbo de las magias,
yo no soy del kaboom...

no te ilusiones.

Yo soy del gota a gota y gata a gatas,
porque sé disfrutar de cada mundo en que tus barcos anclen.

Yo no soy la pariente del apuro
ni soy amiga del todo hoy y aquí.

Me gustan los remansos en los gustos,
los sabores que nacen de los descubrimientos
cuando se pone fin a la invasión y crecen flores nuevas
en el color de lo desconocido.

Soy casi como un burro. Terca y tenaz,
personal, pequeña, irreductible
y toda de algodón si hay un Moguer
para hacerse a mi piel los tonos gualdas.

Tus flotas de metáforas y luces
se agolpan en mis puertos tributarios.

Hombre del corazón, alfiler manso, saxo tenor...
¿me cantas al oído?

A-lunecer

Yo estoy como los lunes, hombre del corazón,
estoy como los lunes
con toda la semana hecha con gajos
y con el tiempo al borde.

Estoy como los lunes, en las postrimerías del entorno
en que comienza el viento
y las hojas se arden en un otoño manso
que poco sabe de las vacilaciones.

Le dejé otro poema a tu amigo que anda con pistolas.
Pensé que iba a entregártelo
pero seguramente estaba ocupadísimo
o no andaba su humor para poetas de zapatos izquierdos
o de dos pies derechos.
En fin
de fina nada y encima mal vestida de pirata Salgari
como la hija del capitán Morgan.

Habrá dicho ¿y ésta quiere hablar?
¿Y encima le manda cartas color rosa?

Yo estoy como los lunes, ya te dije
esperando tu voz dentro del sobre
que extraviaron las grullas en su viaje
al corazón de China

(o de la china)

- para el caso es lo mismo -