Lo tuyo que yo cuido


Quisiera devolverle el tiempo del chañar,
la boca de algarroba,
a tu guitarra brusca y malherida.

Las tardes de los pájaros y el patio,
los juegos de la piel, las casuarinas,
los cuadernos debajo de la almohada
donde escribí tu nombre junto al mío.

Lorquiana como pocas, me decías.

Era tiempo de héroes y caballos
aún sin cicatrices.
Te reías.

Yo soñaba familias de palabras
que rimaran con vos y no con príncipe
pero no supe lo que vos soñabas.

Quisiera devolverte lo que me llevé tuyo
ya sin pedirte lo que tenés mío.
Devolver sin reclamos ni objeciones,
sencillamente
como a un buen amigo.