Poema XIX

Me desmadeja honda tu boca y en penumbra
un agua verde cursa las raíces del viento
y precipita dioses
bendecidos de árboles
sobre los troncos vastos de la vida.

Todo un cielo se inclina desde tu labio al mundo
y traduce un idioma de nunca apocalipsis
como el Amor que fuga
de un presidio del tiempo.

Es así tu palabra una suma distinta
que ata manos de pájaros y ata alas de hombres
al vuelo del relámpago y a la voz de los duendes.

Es mágico tu nombre de apacentar el aire
donde tus palmas buscan reunir los perfumes de corazón adentro.

Verde como lo verde que se vuelve azul cielo
o manantial de altura o espliego florecido
vas dejando semillas en los ojos de todos
como un labriego eterno
sembrador de palabras.

2 comentarios:

  1. Es la tercera vez que lo intento. Todo por decirte que te quedó precioso y que es un gozo leerte así de tirón, así que aunque sólo sea como página recopilatoria, merece la pena el asunto.

    Qué belleza, China, cuánta vida.

    Enhorabuena y un abrazo.

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  2. Ayyyyy, Mormor, gracias.

    Ya veremos que saaaaaaaaaaale.

    Besooooooooootes.

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