Los mundos inconstantes

Ultimamente se me ha dado por separar mis mundos y que cada uno de ellos se habite a sí mismo, sin mezclarse.

Los separo como distintos libros en diferentes bibliotecas. Y trato así de mantener el orden de las cosas lejanas a las culpas.

Distanciando los mundos y viviendo lo que sucede en cada uno de ellos, como una cosa exclusivamente propia de ese, las sensaciones cambian. Hay sensaciones para cada mundo. Y todo pasa por un redescubrimiento.

Si en un mundo no consigo amar, amaré en otro. Y así. Lo que en uno se impide en otro se habilita.

La alegría debe ser una constante de los desdoblamientos, para evitar, así, morir de pena en los mundos felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario