Paisajes de mí


Al borde de la piel hay un aroma
de palo santo dulce
y un vigoroso espliego entre la ropa
que al viento se sacude.

Cae el atardecer y es todo pájaros
el cielo. Se produce
un movimiento pálido y terrestre
dibujado con luces.

Queda apenas la boca demorada
como en un canto fúnebre
y todo se amarrona y subdivide.
La vida se diluye.

Lejos de la ciudad existe el mundo
en el que yo no existo y al que acude
mi corazón universal. Palpito
con mi temblor de caña, en mansedumbre.

Frente a la adversidad del día a día
soy un metal precioso que se funde
en un sol cardinal, luz demorada,
un temblor ancestral, agreste y dúctil.

Pienso en mi paz y voy a mis fronteras
para verme llegar, extraña y múltiple.
Soy ese ser vital hecho de especias
que nace del derrumbe.

4 comentarios:

  1. Un poema esencial, como vos. Me gustó mucho la combinatoria de metros y la cadencia que lleva el mensaje.

    Precioso poema, Luz.

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  2. Gracias por lo de esencial. Mi esencia es lo único que no quiero perder de mí. Muto, pero en el fondo, siempre habrá sabor a hierbabuena.

    Besooooootes, galán

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  3. Y esta Eva luce sus armas...
    Armas proustianas, por ejemplo.
    Cuando menciona el olor dulce del palo santo, estoy sintiendo otra vez esa tentación que lleva a descubrir lo amargo de la madera.
    Con el espliego, en cambio, recupero los jaboncitos verdes (¿heno de Pravia?) que mi madre escondía entre la ropa.

    Y que no se me olvide el arma del extravío (eso que ustedes, los críticos, llaman hipertextualidades)
    Porque su «sol cardinal» me ha enredado en búsquedas y hallazgos: el sol que es 1(uno) pero es el mismo, el sol 17 de este mes y todos los soles que serán y han sido.

    Perdón, este señor mayor está "flasheando" como escucho decir a mis hijos.

    Lindo su poema, Ana. Gracias a Gabriel por ser nexo y a usted por agregarme en el infrecuentado yiplús.

    Oscar d'Oliveira
    Tucumán

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  4. Ay, gentil caballero, no me trate de usted que me sofoco y voy a tener que ir a buscar corriendo, rapidito, una pañoleta para parecerme un rato a mi abuelita.

    La verdad es que Akhen me recomendó tu blog y yo fui corriendo a pispear y me pareció muuuuuuuuuy interesante, así que por eso te añadí a los circulitos, que si te digo, no manejo muy bien, pero ya voy a aprender.

    Cordobesa, criada en Santiago, me presento a su Mercé

    Un besooooooooote y muchas graaaaaaacias por el comentario tan suculento. Excepto el usted, claro.

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