Inflore-ser


Voy del canto al olvido y de repente
crecieron telarañas.

Voy del canto al olvido
con un plumero inútil y un tarro de lejía
pero

en el rostro del día está el poniente
con su boca de sal
su capa de tormentos
sus ciudades vacías de mañanas
sus velas consumidas
sus velorios
y un camposanto largo como un mundo sin mí.

Voy del canto al olvido
porque en la boca escampan los recuerdos sonoros
y devuelve un diluvio sin manzanas.

Creo que voy a regresar por el camino inverso.

Voy del olvido al canto
si no hay forma
de que nazcan de pie las alegrías*
coloreando balcones y terrazas.

Huyo de tanto olvido en los recuerdos
y de viejos clarines que reclaman
el toque de silencio por aquella.

Yo regreso hacia el canto
con esta migración de manantiales.

*Las alegrías son unas plantitas muy simpáticas y humildes que no paran de dar flores de tantísimos colores durante toda la estación cálida. No sé si en otros lares se llamarán así, pero creo que tienen un nombre maravilloso y muy de acuerdo con su comportamiento floral.

10 comentarios:

  1. Aquí también se llaman alegrías, sí.

    Toda la lucidez, toda la poesía, querida.

    Cómo me gustó este poema, con qué transparencia te vi.

    Un beso, Chini.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Mormor. Seguramente ya cumplí mi cuota poética del año y no sé cuando me agarre de nuevo la chiripiorca. Creo que cada vez estoy más y más dentro de mí.

    Besoooooooooooootes

    ResponderEliminar
  3. Si yo fuera el Secretario de Posgrado de la UNC, con estos tres versos:
    (...)sus velas consumidas
    sus velorios
    y un camposanto largo como un mundo sin mí.

    le entregaría el Doctorado en Letras Summa cum laude.
    Y con el agregado de su rostro galano... Posdoctorado al least.
    Abrazote, pequeña Ana.

    ResponderEliminar
  4. Que dulce, don Oscar, aunque yo no me lo creo ni me creo. Escribo porque me gusta y en un tiempo fue la única forma que encontré para expresarme ya que no se me daba muy bien la vida ¿vio? Entonces me fabricaba mundos a los que mudarme para no morir.

    Ahora escribo poco, porque me amisté con la vida, hace ya bastante. La comprendí, supongo y también entendí como me tengo que parar en ella y le aseguro que sin perjuicio de sonar alocada y petulante, como decía don Niezstche: la sonrisa, la calma y la luz del sol: Reino de la Gran Trinidad de la Alegría.

    Así de fácil era.

    Besooooooooooooootes y todavía no me contestó ¿Baila o no baila zaaaamba?

    ResponderEliminar
  5. Estoy haciendo un curso intensivo para ser el mejor alumnos de instructoras de baile oriundas de Santiago. Dicen que estas danzarinas son las más eficaces, las más bonitas y que, algunas veces, hasta llegan consiguen ser escribidoras de fuste y alto tono.
    Su contemplador:
    don Oscar

    ResponderEliminar
  6. No bailo pero me postulo como aprendiz. Hay escribidoras santiagueñas que, amén de ser bonitas a más no poder, enseñan a bailar como si en la misma Salamanca hubieran obtenido la titulación.
    Su contemplador:
    don Oscar

    ResponderEliminar
  7. Mire que yo uso trenzas ¿eh?

    No carpera, tucumana (la zamba)para que no se me agite...o sí.

    http://youtu.be/cR8zS_E14qQ

    ResponderEliminar
  8. Reparando erratas
    Estoy haciendo un curso intensivo. Cursos para ser el mejor alumno de instructoras de baile oriundas de Santiago. Dicen que estas docentes-danzarinas son las más eficaces, las más bonitas y que, algunas veces, consiguen ser escribidoras de fuste y alto tono.
    Su contemplador:
    don Oscar

    ResponderEliminar
  9. las conozco como alegrías del hogar...

    me gusta lo que escribís! Y no hay nada mejor que ese camino inverso... volver al canto, a la música!!

    un cariño,

    ResponderEliminar
  10. Gracias Mónica. Siiiiiiiiiiii, las alegrías del hogar. Unas florcitas maravillosas como los sueños.

    Gracias por pasar a visitarme. Nos leemos.

    Besote

    ResponderEliminar