para acercarte a mí (que estoy tan lejos)
hace falta algo más que un ramo de palabras
y un trago de cerveza
bajo un hilo de sol cuando atardece
efímero lo mismo que una sombra de nube
impecable y concéntrico
igual que una voluta que se extingue
en el sabor cautivo del tabaco
el aire de mi cuerpo te desarma
siempre queda de vos un rastro ajeno
un rastro de otra piel
un rastro anónimo que rasga lo nocturno
con las voces de un gato
siempre queda de vos lo que no sos
lo que no das
la imagen en los otros espejos
de la Casa de Espejos en un parque
con la luz apagada
y una música gris de organillero
para acercarte a mí
el tiempo se te escurre por las ganas
de repatriar caderas
en las que reclinar tu último acorde
de contrabajo excéntrico
por eso
siempre lejos de tu lejana ausencia
te miro divagando
igual que un marinero o un Holandés Errante
a la deriva
de la página llena de lo que nunca es tuyo
entonces
regreso a mis violetas y a mis mentas
como si me ocultara
libro adentro
Dale Gusi, dale, que es una gozada todo lo que estás poniendo y me recuerda tantas cosas.
ResponderEliminarLeerte de tirón tiene sus riesgos, pero qué belleza, kunoichi.
Faaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Gracias, Mormor. La escritura me tiene media desganada ¿se nota? Pero voy a tratar de hacerte caso y pasar lo del otro ánfora a este.
ResponderEliminarBesooooooooooooootes.