Yo sentí que mi cuerpo
no me pertenecía.
No podía ser yo
esa cosa pequeña
grácil
delgada
impunemente débil.
Miraba a esa covacha en los espejos
y me decía atónita
"esa flaca esmirriada se rompe de un soplido".
Era eso mi cuerpo :
una covacha en la que no podía refugiarme
por chiquita y lluviosa.
No me gustaba esa casa de carne.
Al no gustarme a mí
tampoco les gustaba a las otras personas
y andaba entonces como un caracolito por el mundo
con mis ratas a cuestas
y mis polvos torcidos
llevando ese habitáculo
como la cueva ignota de algún fósil
que no tendrá jamás descubridor.
Era un Patito Feo que bailaba de Odette
una Cyrana
una Judith
un algo.
Pero la covachita resistía frente a todos los climas.
No se volaba su techo de palomas
ni se quebraban al viento sus puntales.
En las inundaciones era un barco
y para las sequías
un molino arraigado al fondo de la tierra.
No era hospitalaria y aromática.
Era una cosa que incordia por lo sólido.
No era linda.
Era práctica y fuerte y adaptable.
Para decorarla por primera vez
elegí los relámpagos.
Tus poemas son estupendos. Pienso leérmelos todos (poco a poco, es cierto, porque tengo escaso tiempo) y hacerme una idea cabal, pero de momento estoy sorprendido. ¿No has publicado nada, en tu tierra o fuera de ella? Por la calidad de tus versos, de sobra lo mereces. Tienen originalidad, frescura, energía. Te asomas a algo nuevo cuando los lees. Y te asomas también a esa tierra argentina «del interior» que tú dijiste, y que (en la distancia y no sé por qué) me parece cercana y misteriosa al tiempo, o, si se quiere, misteriosamente cercana, igual que tus poemas.
ResponderEliminarEs una alegría haberte encontrado. Muchas gracias.
Holis Antonio.
ResponderEliminarQué comentario hermoso me dejás. Muchísimas gracias por tu gentileza y simpatía. La verdad, me emociona mucho la gente generosa.
Alguna cosa publiqué alguna vez y algunos premios tengo, pero yo creo que esas cosas son íntimas, de la alegría personal y no me gusta exhibir al público nada de eso. Que me aprecien por lo que leen, no porque vean una ristra de libros o un montón de premios en el costadito.
Soy un bichito raro en ese sentido. Y es como pongo en la columnita de la derecha, bajo el título de "No figurativamente".
Trabajo para un Taller Literario Virtual (y gratuito) - www.ultraversal.com y ahí me prodigo tratando de transmitir lo poco o lo mucho que pueda saber a otros escritores que hacen lo mismo conmigo. Escribir es siempre un constante aprendizaje de una misma.
Te reitero todo mi agradecimiento y te dejo un besoooooooooooooooote enorme.
Nos leemos