Gérmenes ubicuitorios
Apareció con cara de "miren, soy el bueno"
y pasaporte libre de "soy de Melancólia".
Se buscó tres cuadernos para su rutifolia
con poemas de amor todo terreno.
Guardadas, veinte capas de "miren como miento"
esperaron su turno dentro de la valija
mientras iba de actor con voz de baratija
exhibiendo su don de escurrimiento.
Regresó de las sombras con el momento a cuestas
a ofrecer sus servicios como galán maduro:
único apostador en las encuestas
y frotando la lámpara a futuro
entró a la fiesta con la botas puestas.
Oportunismo exacto, puro y duro.
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Desde luego un tipo pretencioso. Estupendo retrato poético de este Donjuan. Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
ResponderEliminarBesote.
Ja! ¿Qué tal si la lámpara no tiene genio?
ResponderEliminarHermoso relato, un tanto antipático el personaje, pero como está escrito, bello. No se si conoces el dicho "La culpa no es del chancho, si no del que le da el afrecho". Que bien cabe en este relato.
Holis, Jeonsung.
ResponderEliminarQué bueno que te gustó el poema. Es antigüito, pero para ciertas cosas que pasan, venía justo.
Besoooooooooootes y gracias por dejarme tu comentario.
El poema no será actual, pero cabe en cualquier época. Tipos así siguen habiendo. Un encanto, con fina ironía.
ResponderEliminarBesos, hermosa.
Lo subí porque cada tanto aparece uno con esas características y prefiero sacármelo de encima a tiempo, Mirella.
EliminarBesooooooooootes.
Brillante retrato. Para salir corriendo.Abrazos Lucía
ResponderEliminarHolis, Bety. Como le digo a Mirella, algunos parecen un dechado de virtudes hasta que, frente a una contrariedad, enseñan la patita y toda la mala baba. Como decís, para salir corrieeeeendo o para espantarlo y que el que salga corriendo, sea él.
EliminarBesooooooooooootes.