Abs-tracciones

Abstractamente tú
hombre invisible
urdido en los dobleces de la sombra,
inaudito titán sin poderío
elevando la voz como una loma
en un paisaje llano
y monorrimo.
Tu boca es un abismo que se asoma
a la belleza intrínseca del aire
y la esfuma y la adorna
con extraños espejos curvilíneos.

Abstractamente tú
con lo que de ser tú tiene un mensaje
en la bordura inútil de la forma
cuando amasa la mano su prodigio
y se vuelve caricia
lo que toca.

Gérmenes ubicuitorios



Apareció con cara de "miren, soy el bueno"
y pasaporte libre de "soy de Melancólia".
Se buscó tres cuadernos para su rutifolia
con poemas de amor todo terreno.

Guardadas, veinte capas de "miren como miento"
esperaron su turno dentro de la valija
mientras iba de actor con voz de baratija
exhibiendo su don de escurrimiento.

Regresó de las sombras con el momento a cuestas
a ofrecer sus servicios como galán maduro:
único apostador en las encuestas
y frotando la lámpara a futuro
entró a la fiesta con la botas puestas.

Oportunismo exacto, puro y duro.

Las santas de Fellini

Los gritos de los cerdos acumulan
un chillido discorde sobre el tímpano
y se ensordece hasta la voz del címbalo
cuando además del cerdo, el perro aulla.

Se erigen en custodios del chiquero
moralizando exhaustos e impolutos
su propia aberración, su piel, su esputo,
santificando al Diablo, recoletos.

Brutales brujas de confesionario
masturbandose a Dios en su entrepierna
la juegan de sagradas y modernas
siendo incapaces de admitir orgasmos.

Luego, llega un titán de pelo en pecho
que no le teme a la verdad desnuda
y ellas, segregadas pelotudas
inventan un espurio manifiesto.

Riámonos las dos, que hemos luchado
en todas las arenas de la muerte
de estas santas ad hoc, santas inertes
chicas del exorcista, comulgando.

La boca se les pudra y se les seque
igual que la vagina sacrosanta.
Son infelices antes de la muerte
porque su pequeñez las lleva en andas.

Son pobres, infelices, diminutas.
Consonancia mediante :
darían varias vidas por ser putas.

Los santos de cartón

Mi rebelión se gesta como un monstruo pelado
con la boca sin dientes y las uñas quebradas,
jugando a la imprudencia de las desaforadas
cuestiones de algún hado
de cubilete torpe, como de torpe dado.

Mi rebelión se abre como un último aquenio
de un árbol que está seco pero resiste otoños
con la tozudez cruda que infecta a ciertos ñoños
que ocupan el proscenio
gritando a voz en cuello que Jesús era esenio.

No cree sin embargo  en la filantropía
como un claro anticipo de la melancolía
cuando no queda nada que justifique lucha.
El sordo nunca escucha
porque el mediocre es sordo para la rebeldía.

Así que háganse a un lado los justos invisibles
los rectos diminutos, los santos del derecho.
Hagánse a un lado digo, que en corredor estrecho
se vuelven prescindibles
tantas disertaciones de idiotas inservibles.

Su nada, es más que un hecho.
¡A mí, los invencibles!

La víscera que sangra

Se desajusta el sur sobre mi boca
y un vendaval de nadies se despliega.
Por la cara me llueve un ala rota
pedazo por pedazo. Se despega
la corteza del árbol de mi vida
cayéndose de sangre y de tormenta
y pedrean montañas mi guarida.
Se me cae la piel de la osamenta

que blanquearán los soles del diluvio
en esta soledad enmarañada.
Como a loba preñada
que mastica los jugos, mal efluvio
le ha roto la compuerta
y yo he parido otra camada muerta.

Maternal-mente

pude decir las cosas ocultadas

¿ves...aquel día te cuento...te portaste tan mal
fuiste tan malo?
y aquel otro, de repente tan justo

pude decir las cosas
porque saber morir nos pone verborrágicos
y decía mi padre
no te quedes con deudas
porque son como un ancla a este ser
tan terrestre
que no despaga nunca su esencia transcendente

entonces
hoy hablé y dije las cosas
como si no acusara
solamente las dije porque la culpa es íntima
y cada quién sabe bien de que se olvida

hoy dije
¿te equivocaste...ves?
y él
me dijo : no me acuerdo

Boca del amiguito

¿quién va a cuidar mi perro
mis pimientos
mi romero serrano
mi lorita salvaje
y mi gato inquerible?

¿quién va a querer mi mundo
igual que yo lo quiero
para no transformarme en mero citoplasma?

mi mundo
mi membrana que impide el intercambio
entre mi corazón
y los del otro lado del paisaje
mi bunker invisible
con fantasmas de guardia
y banderitas rojas

tengo el viejo galeón fondeado y quieto
para hacerme a la mar
un día de éstos
cuando le encuentre nombre a los naufragios

El amiguito

luchas internas hay de muchos tipos
del alma contra el cuerpo
del cuerpo contra el alma
del cuerpo contra el cuerpo
del alma contra el alma

muchas guerras adentro
extraño territorio en que no hay calma

leo el parte de guerra

citólisis
gran cantidad de leucocitos y hematíes
intensa inflamación

debe ser que mi fuerza se desangra

Poema VI

Soy una gata negra
absurda gata negra hecha en la noche
que no se ve a la luz
por más que brille.

Una gata que vuela
que se funde
que se esparce como eso de llover
estrellas apagadas
muertas ya desde el siempre.

Pero sé lo que soy.
Sé lo que quiero porque además
he sido autodidacta en esto de vivir.

Sé a donde voy y a donde no regreso
a fuerza de aprender
como se muere un poco en todos lados.

No quiero que me regales nada a mí.
Ni una palabra más
ni un sol de frente
ni un tumulto de mar
ni un cascarudo
ni un pétalo
ni un trueno
ni algún susto
pariente de otros sustos.

No cazo tu ratón
no ato tu perro
ni lluevo en tu tormenta dadivosa
los restos de mi sed.

Me vuelvo a los adentros de mi sombra
y cancelo si hubiera alguna cita
para que tu alboroto se desmadre
y toques tu tambor de cacería
libertino y libérrimo
lejos de los sonidos de este grillo
sin alas.

Siempre estuve bien sola
como un hito
en algún pico de los Andes Áridos.

Así que muchas gracias
pero La Feria del Amor es la otra puerta.

Poema XV

El latido se queja debajo de tu boca
y soy un caracol
un mundo ámbar que encontró tu mano
en ese mar tan tuyo
donde nada el otoño.

Aquí, en este interior mío
a veces primaveral y a veces agua
todo es un estallido de lapachos
un rosado profundo de atardecer marítimo
una primera encañazón de avena.

¿Estaré renaciendo carta a carta?

Me miro en cada pájaro
y soy una corriente
que sube hasta tus ojos

fragancia de septiembre

una alucinación de minerales me transforma en gaviota
o en arena
si tus ojos me arman sobre el aire
y tanteo tu pecho

Poema XIX

Me desmadeja honda tu boca y en penumbra
un agua verde cursa las raíces del viento
y precipita dioses
bendecidos de árboles
sobre los troncos vastos de la vida.

Todo un cielo se inclina desde tu labio al mundo
y traduce un idioma de nunca apocalipsis
como el Amor que fuga
de un presidio del tiempo.

Es así tu palabra una suma distinta
que ata manos de pájaros y ata alas de hombres
al vuelo del relámpago y a la voz de los duendes.

Es mágico tu nombre de apacentar el aire
donde tus palmas buscan reunir los perfumes de corazón adentro.

Verde como lo verde que se vuelve azul cielo
o manantial de altura o espliego florecido
vas dejando semillas en los ojos de todos
como un labriego eterno
sembrador de palabras.

Poema XII

llego por los caminos que huelen a poleo
con la mañana
con una cesta llena de amapolas que traigo de la sierra
y con mis pájaros
- un hornero y un mirlo -
que me cuentan hazañas voladoras

voy de tu mano a mí
y otra vez a tu mano y a tus ojos
un poco a tus papeles
a tus luces
sintiéndome una sombra iluminada

bailamos en el agua como niños
que van a atesorar piedritas mágicas
donde guardar lo dulce del recuerdo

bailamos esta ausencia de cajones
en que encontrarnos cuando estamos solos
cada vez que queremos escribirnos
una carta sencilla
una esperanza

Poema VIII

la tarde te respira
como una especie de imposición humosa

estás en mis rincones
apareciendo apenas por mi cuerpo
como un tacto sin aire

la tarde se entretiene
en hablarme en el pelo de tus pequeñas cosas rutinarias

habla -además - de algunas otras
como tus medias viejas y tu pantalón nuevo
- el que estrenaste
en honor a la ausencia de mis ojos -

estás
en esa lejana cercanía

tu olor se vuelve parte de mis muchas especias

pienso que podría invitarte a cenar
cuando haga frío
y que
siempre te extraño un poco por las tardes

Mundo duende

La primera vez que mi abuela me dio la canasta de mimbre, las plantas eran más altas que yo y yo, además, cabía en la canasta.
Pero a ella no le preocupó demasiado y me mandó al bosque ese que había detrás de mi casa. Un bosque de plantas peludas, de grandes hojas cárnicas y flores amarillas, que escondía tesoros al pie de todo aquel follaje verde claro.

Entonces, yo aprendí a meter las manos entre los pubescentes cuerpos de las plantas y a robar sus tesoros de entre los nidos verdes.

Mi abuela preparaba ensaladas y pasteles con aquellos tesoros.
Y a mí me resultaba una aventura mágica eso de entrar al bosque desbordado en el que los tesoros maduraban de la noche a la mañana, volviendose grandes, tersos y brillantes.

La tía me decía que yo era como el duende de aquel mundo.
Mi abuela, lo decía de otra forma : Ella, que es chiquitita, que vaya a buscar los zapallitos.

Mundo biblios

Mi mundo siempre tuvo mucho de papel más allá de su fragilidad.
Había muchos libros en mi mundo.
Grandes bibliotecas había en mi mundo, que tapizaban las paredes y la forma de ser.
Alguien que tiene tantos, tantos libros, no es como los otros.

Luego, estaban las bibliotecas públicas. Y mi padre con ellas. Era un hombre/ángel diseñado para habitar entre los libros.

En Córdoba, también, toda una habitación era una biblioteca.

En las dos casas, los estantes no daban abasto para sostener tanta afición por el conocimiento y los libros que no encontraban mundo, quedaban apilados en la mesa, en el escritorio, en las sillas o en el suelo.

La geografía montañosa de mi vida, estuvo hecha de sierras y de libros.

Mundo verde

Las siestas de Córdoba eran largas.
Todo en Córdoba es largo.

Entonces, yo aprendía los pájaros.
Podía pasarme cuatro horas o cinco transformándome en pájaro, junto al pozo de agua, de frente o de espaldas al arroyo, debajo de los sauces.

Había un bosque de sauces detrás de mi casa.

Yo me llevaba un libro, o un pensamiento o no llevaba nada y me mudaba al bosque.

La frescura del verde y sus aromas era algo fascinante por su magia hecha toda de charcos de sol y de sombra en los que habitaba un minúsculo estallido de bichitos.

Yo inventaba allí alguno de mis mundos, que no tuviera nada que ver con el de siempre.

A veces, todavía me mudo a los aromas.

Los mundos inconstantes

Ultimamente se me ha dado por separar mis mundos y que cada uno de ellos se habite a sí mismo, sin mezclarse.

Los separo como distintos libros en diferentes bibliotecas. Y trato así de mantener el orden de las cosas lejanas a las culpas.

Distanciando los mundos y viviendo lo que sucede en cada uno de ellos, como una cosa exclusivamente propia de ese, las sensaciones cambian. Hay sensaciones para cada mundo. Y todo pasa por un redescubrimiento.

Si en un mundo no consigo amar, amaré en otro. Y así. Lo que en uno se impide en otro se habilita.

La alegría debe ser una constante de los desdoblamientos, para evitar, así, morir de pena en los mundos felices.

Pastorales

te adueñas de todo sin querer
Pastor Aguiar

La noche es una laguna vacía
en la que se ha quedado una pluma de cisne
lista para tu mano

milagrosa


Sobre la palma extendida del agua
el viento se bosqueja a si mismo
entre los círculos
de un paraje lunar

la transparencia
se acomoda en tu lengua
como gotas de besos estelares

Levantas la tibieza del aroma geográfico
como una niebla
de palabras sedosas

cultivables

Pareces sobre el mundo
un pájaro ascético y suicida
procurándose un nido
en el que renacer

hombre 

Yo te observo
presumiendo de mí
y de mis galaxias

avariciosamente

A-parca-ndo

la paz a veces es una cosa triste
pero yo la disfruto
porque me hace sentir que estoy pulsando
los acordes del grito
aún
cuando esa dulce Atrophos se acerque
seductora y lesbiana
hasta mis sexos

la miro
por venir como una sombra de amenaza de lluvia

y con el hacha en mano
parto la cruz de sal
pongo frontera
a su avance de Atila por mi sangre

ahora somos dos
o yo soy ella que se personifica
en ésta que se mira en el espejo
y sonríe
porque la vida siempre debe ser sonrisa
y nunca cobardía

la vida es un diseño para armar con futuro
con chispas y con pájaros
con vientos de jardines
y con velas
de barcos que jamás naufragarían

mi vida es mía
y la disputo con ella
- o a ella -
palmo a palmo
si le gusta mi imagen y cepillarse el pelo
o teñirse de rubia ante el combate

mi vida es mía
no la negocio fácil a su nombre dificil
de comedora compulsiva y agria

mi vida es mía
vamos a ver quien gana esta contienda

Nemasté

hagamos una ofrenda



yo dono la alegría frente al fuego

dono la lágrima y la mano

dono el paso que doy

dono este miedo a pisar mal la senda de la vida



me dono yo



me dono como si no existiera

más que en el otro ser

soy mi donante

mi víscera

mi transfusión

mi hálito



señalo el universo y digo

creo

en todo lo creado

en todo lo imposible

en todo creo

porque el todo es lo todo que me abarca



yo soy

esta que ves acá

ilimitadamente ilimitada



nemasté

Pajaritos verdes

me he vuelto tan escéptica
que soy una creyente descreída
subiendo lo anfractuoso de la vida
con una cruz herética
y una jaula de pajaritos verdes

no se si será cierto
pero al optar por la contrapartida
y no ajarme de llanto ni aturdida
abandonando el puerto
falsifiqué las cartas y las suertes

y liberé los pájaros que huyeron
a un viento de salida

hoy uno canta en tierra prometida
y los otros volvieron

Poema de sábado

tengo un desgano largo como lo interminable
un llanto a flor de esquirla que se desborda solo
sin que encuentre la forma de embalsarlo cautivo
en mis ojos atados a un rabo de amargura
y voy de la victoria a mis oficios
gastando zapatilla y bicicleta
sin importarle a nadie demasiado

la obligación de que me importe el otro
parece solo mía

no te drogues José estudiá Camila
mamá ¿adonde mi camisa colorada?
imprimime el trabajo que no llego
la sociedad, muchachos, es sujeto compuesto
en cualquier frase dicha de la vida
y me miran mis hijos mis alumnos mis colegas mi perro
como a un puente que resiste roto
el cruce del abismo

y sin embargo al fondo de la calle
hay un hueco sin paz
donde mi mundo de palabras e imágenes musita
un idioma salado de emigrante

¿qué te pasa mamá? ¿que tiene profe?

tengo un bajón helado y asesino

pero usted no es así
que vos nunca fuiste así de triste

son los efectos tóxicos de mucho desamparo
-creo yo-
y es acumulativo

Aparición II

estaba inmóvil
tan desnudo e inmóvil como un rayo de luna
flotando sobre el agua su cósmica opulencia

su espalda era un rebrote
toda de alas
más allá de los cuadros y las fiestas
en que caen los ángeles al pueblo
para acercar ternura

viajaba desnudamente solo
como un pájaro Ícaro o un tocador de flautas
o un cazador de peces voladores
trepados a los árboles
sabiendo que solamente esos
son multiplicables en la hambruna

estaba allí en el agua
bautizándose el cuerpo con la noche
ajustando su forma titánica y antigua
a un diapasón de estrellas
alzadas de las bocas y el abismo

anudaba palabras a corazones mágicos

In-corpórea-mente

Yo sentí que mi cuerpo
no me pertenecía.
No podía ser yo
esa cosa pequeña
grácil
delgada
impunemente débil.

Miraba a esa covacha en los espejos
y me decía atónita
"esa flaca esmirriada se rompe de un soplido".
Era eso mi cuerpo :
una covacha en la que no podía refugiarme
por chiquita y lluviosa.

No me gustaba esa casa de carne.
Al no gustarme a mí
tampoco les gustaba a las otras personas
y andaba entonces como un caracolito por el mundo
con mis ratas a cuestas
y mis polvos torcidos
llevando ese habitáculo
como la cueva ignota de algún fósil
que no tendrá jamás descubridor.

Era un Patito Feo que bailaba de Odette
una Cyrana
una Judith
un algo.

Pero la covachita resistía frente a todos los climas.
No se volaba su techo de palomas
ni se quebraban al viento sus puntales.
En las inundaciones era un barco
y para las sequías
un molino arraigado al fondo de la tierra.
No era  hospitalaria y aromática.
Era una cosa que incordia por lo sólido.
No era linda.
Era práctica y fuerte y adaptable.

Para decorarla por primera vez
elegí los relámpagos.

Otras

el alma no decae



deberías de vez en vez contar con la premisa

que acá se llega para hacerse sabio

entonces te repito

suavemente



"el alma no decae, no envejece,

no se amilana nunca frente al tiempo

porque el tiempo es su arma

es su forja

su cauce

para hacerse posible por lo sabia"



el alma no decae jamás porque es el alma

lo que reforma el sino de la carne

y la hace sustentable

insostenible

en esa posibilidad que ofrece el todo"



yo no soy más que un resplandor al aire

ese poco de sol

que puede ser caricia

o puede ser germinación y vida



el alma no es un tacto

es una esencia que se vuelve posible

en cada circunstancia inhabitable



un alma es lo que es:

un universo

Furtividad rotunda

¿Y qué traen tus manos diplomáticas?
¿Y tu morral de penas y frutillas?
¿Agave azul de alcoholes amarillos
que me llenen los labios
la palabra
la nariz
con tu aroma a selva y piedra
en una borrachera de templario?

Hombre dominical
amasado de américas de pasta amaizada
cocida en las artesas
a la lumbra del canto y del deseo

no voy a desprenderme de tu beso homicida
ni de tu imposición
y mi "si quiero"
por más que me degüellen tus aromas
a semental tardío
que presiente potranca en la mañana.

Si te dejo acercar
y abres las luces
voy a morderte el beso al que me obligues
y desnudarte la garganta entera
sobre un vasto alfalfar todo de flores

Ex-matrix

Hoy no planeo regresos
aunque lleguen botellas a mis costas
con mensajes mojados.

He aprendido la soledad del náufrago
con este corazón
mientras moría

(ustedes lo mataron, no se olviden
a picotazo limpio e indefenso
porque una madre nunca se defiende).

Hoy
disfruto de mis seudoresucitaciones y mis nadies
en la pequeña libertad isleña
del mundo en que no están los que me llaman

-ya no juego mi piel por que sonrían-

soy toda puño y letra de mí
y he decidido mis felicidades
a costa de mis costas
cuando emigraron
dejándome desierta
mis antiguos amados habitantes.


Que no regrese nadie a perturbar mis ríos
a acosar las fronteras de éste mi mundo de deshabitaciones
porque ya no hay lugar para sus chozas

todo es destierro
y estoy cansada de los hologramas

en su mapa de amar
ha desaparecido la Isla para Cómodos
así que sigan
hijos
por su ruta elegida anteriormente

aquí
sólo hay cadáveres en guerra.

Vi-da

no voy a disolver los silogismos
cuando nace y me amigo en tu relámpago
con esa voz de la todonada
taoísta
vital
derrumbadora

yo me dejo llevar ancas arriba
del farallón del viento
hacia otra vez tu nombre

como aquellas mañanas de poleo
en la sierra
y las rosas
y el verano

en que era un ramo de mi misma el norte
y bailaba descalza

estaba viva

ahora me doy cuenta

Descubrimiento de las navegaciones

tus pájaros llegaron como una enciclopedia
de hechicería
vértigo
y holgura

me sobraba tu suave velerío
y el aura fantasmática del viento
sobre mi arboladura
de ínfima pirata
robándote tesoros intangibles

descubrí
que navegaba sola
encima de una gota de rocío

y eras tan ancha, vida
como un mar en el cielo

De levante

yo soy un metal único
llegado desde el cosmos de las absoluciones
y tengo el filo justo del sol
y
la cortada de un diamante preciso
que se acuñó con lágrimas

no me pidas clemencia
porque no voy a poner mi mano en tu rodilla
ni lamerte la boca
ni el sexo
ni las ganas
a menos que me quieras

yo no sirvo para tener la vela del entierro
porque, generalmente
cargo al muerto
y tiro la primera palada de tierra sobre el rostro

si vas a tener miedo
hay mucho mar
y costas promisorias que te alojen
en sus vaginas tibias y obsecuentes

yo
soy lo que se ve
voraz
irrefrenable
y kunoichi
a todo sol y viento
a toda furia
a toda libertad
a todo todo

si te gusta está bien
si no
no importa